1. Estableciendo un protocolo de limpieza
El primer paso para mejorar la logística de cualquier establecimiento comercial orientado hacia la industria siempre será establecer un nuevo protocolo de limpieza. Pues en la mayoría de las ocasiones los accidentes y los problemas se deben a una falta de mantenimiento en los suelos y escaleras del lugar. Los cuales son áreas muy transitadas por todo el equipo de trabajo.
Hay que recordar que el manejo de fórmulas, reactivos e insumos dentro de un laboratorio es algo delicado, y requiere de una higiene protocolar demasiado precisa.
Por lo tanto, la higienización de todos los materiales y maquinarias también es un criterio esencial. Y la frecuencia dependerá de la naturaleza del laboratorio. Aunque normalmente se requiere de al menos dos ciclos de esterilización diarios.
2. Segmentando responsabilidades
Otra excelente forma de mejorar la logística laboral de un laboratorio es segmentando las responsabilidades de su mantenimiento. Ya que las confusiones comienzan cuando un departamento se toma atribuciones del otro, y en ese esquema pueden descuidarse varios aspectos logísticos muy importantes.
Por ejemplo, quienes se encargan del área técnica en la mezcla de los reactivos, pueden y deben monitorear el correcto aislamiento térmico de ese salón. Mientras que, aquellos que se encargan de recibir paquetes en la zona de carga, se enfocarán en chequear frecuentemente el buen funcionamiento de las maquinarias de transporte de mercancías.
3. Usando la infraestructura adecuada
Finalmente, el punto clave y decisivo para mejorar la logística de un laboratorio es asegurarse de usar la infraestructura de trabajo indicada para las necesidades específicas de esa empresa en particular.
Esto por el hecho de que muchos conflictos logísticos nacen desde el primer momento, con la instalación de un equipo técnico contraproducente para las labores diarias del laboratorio. Trayendo consigo pequeñas y medianas complicaciones que se van acumulando hasta frenar por completo algunas partes de la operación.
Los retrasos en la línea de trabajo, los accidentes físicos del personal y la agrupación de muchos resultados deficientes en algunos productos del laboratorio son estas consecuencias. Y sin lugar a dudas, la mayoría surgen con la instalación de maquinarias incorrectas.
¿Cuáles son las puertas para espacios limpios en el catálogo de Grumans con la capacidad de mejorar la logística de un laboratorio?
La separación rigurosa de pasillos, entradas y corredores con puertas para espacios limpios es una medida muy beneficiosa al momento de mejorar varios detalles logísticos. Ya que ciertas instalaciones vulnerables de un laboratorio necesitan con urgencia medidas sanitarias excepcionales.
Es decir, con estas puertas, se logra efectuar la separación de temperaturas entre dos áreas que se conectaban en el pasado. Además, se frena la entrada de partículas contaminantes con el fin de preservar la integridad ambiental en una sala en específico.
De modo que estas puertas son muy similares a unas barras de contención industrial, pero con la ventaja de ser mucho más prácticas y funcionales. No solo por su composición física, que consiste de una lona ultra resistente, sino también por el hecho de que son muy efectivas para prevenir escenarios irregulares. Como la fuga de presiones en una habitación con ventilación regulada.
Los siguientes modelos son los máximos referentes de durabilidad y resistencia dentro del catálogo de Grumans. Y cada uno de ellos cuenta con especificaciones viables para las condiciones de uso que requiere un laboratorio en la búsqueda de mejorar su logística interna.
1. Modelo CB125
Se trata de una puerta creada específicamente para ser instalada dentro de espacios controlados. De hecho, gracias a su tecnología de sellado hermético, es viable instalarla en lugares a sobrepresión, ya que garantiza una fuga de aire controlada, siempre en sentido contrario. Evitando así la contaminación y descomposición del clima del lugar.
2. Modelo CB230
El modelo CB230 cuenta con la gran característica de que es posible accionar su apertura en el caso de que la corriente se corte. Esto es debido a que poseen un contrapeso que podría recoger la lona sin ningún problema y sin comprometer su integridad.
Al igual que su compañera CB125, es autorreparable, opera con un mecanismo sumamente silencioso, no amerita de un mantenimiento frecuente ni complejo y además favorece al ahorro energético con un consumo mínimo de electricidad.
3. La puerta Food Inox
Se trata de la lona autorreparable que más se adapta a las especificaciones de la industria alimentaria, y por ello es la preferida entre los laboratorios que se dedican a este sector industrial. El marco de la misma está fabricado en acero inoxidable en toda su extensión. Lo cual facilita el lavado si llegase a mancharse.
Su innovador diseño también evita la acumulación de líquidos y residuos en el marco, algo muy necesario cuando se trabaja con alimentos. Pues hablamos de insumos que necesitan de una higiene total y perceptible en las maquinarias e infraestructura del lugar.
4. El Modelo Air
La principal característica de esta puerta, algo que eleva su efectividad al siguiente nivel, es el hecho de que cuenta con dos turbinas de aire que forman una cortina en cada extremo de la lona. Evitando totalmente la contaminación en ambos lados con el aire proveniente del otro cuando la lona está recogida para el tránsito de los trabajadores.
Puede instalarse en interiores y exteriores. Por este motivo es la preferida entre quienes tienen salas de refrigeración cercanas a portales de carga y descarga con temperaturas totalmente distintas.
5. Food PE
Los bastidores de polietileno de la lona facilitan que esta puerta se higienice con agua y jabón en toda su extensión sin ningún tipo de problema.
Al igual que con su contraparte del modelo AIR, cuentan con un gran ahorro energético. Así como también con mecanismos silenciosos, rápidos y duraderos que no necesitan de un mantenimiento especializado con regularidad.
Todas estas puertas carecen de elementos rígidos en la sección de la cortina para garantizar seguridad al operador. A su vez, son mecanismos muy necesarios para mejorar la logística de un laboratorio, especialmente en aquellos con requerimientos de higiene y temperaturas muy exigentes.
